El Acordeonista
Hernán H.
Súbitamente apareció, nadie lo esperaba, pero llegó.
Alzó su mano y mirando al cielo dijo ser el escogido.
Sólo él haría un buen trabajo para arreglar el desastre.
Abrió las manos y el acordeón sonó fiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii.
Cerró las manos y el acordeón sonó foooooooooooo.
Abrió fiiiiiii… cerró foooo… abrió fiiiiiii… cerró foooo…
Y con cada fiiiiii… que abría muchos twitters le salían.
Y con cada foooo… que cerró muchos twitters le salió.
A base de twiters y muchos de fiiiiiis y fooos gobernó.
Fifo… Fifo… Fifo… Fifo… Fifo… se escuchó y se escuchó.
Y los que sufrieron al viejo FIFO este FIFO les despertó.
Y FIFO… FIFO… todos con el nuevo FIFO, qué viva FIFO.
Mi FIFO es el salvador, todas mis neuronas por mi FIFO.
Y de tanto fiiiiii… y tanto foooo… el acordeón se trabó.
TROMPK… TRUMPK… TRAMPK…TROMPK… TRUMPK…
Y le abrió al revés iiiiiifff… y le cerró al revez oooofff…
Tirano viejo FIFO dijo: “convertir el revés en victoria”
A lo que “El Aprendiz” de nuevo FIFO dijo: “TRAMPA”
Y viejo FIFO y nuevo FIFO achucharon a sus fanáticos.
Al final, el viejo FIFO ya dijo y el nuevo FIFO nos dirá:
«Condenadme, no importa, la historia me absolverá».